Un café con… DAVID MATSUMOTO

Entrevista: Sonia El Hakim
Traductor: Alejandro Sánchez Meroño
9 de julio de 2020

David Matsumoto es uno de los investigadores en comunicación no verbal más relevantes de la actualidad. Es autor de numerosos artículos científicos y libros, doctor en Psicología y judoka renombrado (cinturón negro, 7º dan). Sus áreas de conocimiento pasan desde la cultura, las emociones, expresiones faciales, comunicación no verbal y las microexpresiones. Matsumoto es Profesor en la Universidad Estatal de San Francisco, y Director de Humintell, compañía que provee de un entrenamiento único en el campo de las expresiones faciales de las emociones, comunicación no verbal, detección de mentiras y adaptación cultural.

David Matsumoto: Interpretar las señales del  comportamiento

Usted es el autor de un trabajo de investigación de campo muy relevante sobre las expresiones faciales que tuvo lugar en las Olimpiadas de Atenas 2004. ¿Puede decirnos cómo fue esa experiencia?

Es una gran pregunta y me la hacen bastante a menudo. Es una historia un poco larga, pero trataré de resumirla. Como usted sabe, practico judo, y lo he hecho durante muchos años, y siempre mantuve mi vida académica y mi vida en el judo separadas, es más fácil psicológicamente, por muchos motivos. En el campo de la emoción y el comportamiento no verbal hay muchos grandes investigadores con muchos hallazgos vibrantes que a menudo debaten entre sí, y a principios de la década de los 2000, durante muchos años, hubo muchas cuestionamientos sobre la universalidad de las expresiones faciales de la emoción. Y una de las preguntas que los investigadores plantearon fue que, a pesar de que hay muchos estudios en laboratorio que demuestran que las expresiones faciales de emoción, no había ningún estudio que demostrara que esas expresiones faciales ocurren en la vida real. Así que existía este debate a principios, y antes, de la década de 2000, en torno a esta cuestión.

Estuve en una conferencia sobre la emoción en 2004, en junio o julio, en Nueva York, y esa conferencia se estructuró de manera que yo tenía un debate con otra persona que creía lo contrario, que argumentaba en contra de la universalidad de las expresiones faciales. Y surgió esta pregunta. Y una persona en la audiencia dijo «Alguien debería estudiar los deportes, porque es el lugar perfecto, en la vida real, con gente de diferentes países, y es muy emocional». Y yo estoy sentado allí cuando más o menos en dos semanas voy a viajar a Atenas como técnico de la Federación Internacional de Judo. Así que en ese momento pensé «bien, voy a hacer este estudio». Es la primera vez que ponía mis campos académico y de judo juntos.

Así empezó todo, porque alguien hizo una pregunta y resulta que iba a Atenas a las Olimpiadas. Cuando llegué a Atenas, al aeropuerto, había transporte sólo para la gente de las Olimpiadas y separado de todos los demás. Coincidí en el autobús con el fotógrafo y camarógrafo oficial de la Federación Internacional de Judo, Bob Willingham. No es investigador. En el autobús que iba a nuestro hotel le dije: «Bob, ¿te gustaría hacer un estudio?» y él me contestó: «Claro, ¿qué tengo que hacer?», y yo le dije, es una fotógrafo de acción y usaba una cámara que tomaba 8 fotografías por segundo, así que le dije: «cuando hagas las fotos de acción, mantén la cámara en los deportistas después del final, después de que terminen el partido, para que pueda ver sus reacciones» y él estuvo de acuerdo. Así que cada día de competición, hubo siete días de competición de Judo, él tomaba las fotografías y mantenía la cámara un poco más. Y cada día tenía fotografías, miles de fotografías, que se convirtieron en la fuente de material para ese estudio de los atletas olímpicos de Atenas, que demostró que las expresiones faciales de las emociones que todas las investigaciones anteriores en laboratorio habían demostrado ser universales, realmente aparecían en la vida real en personas de todo el mundo. Había fotografías de 84 deportistas de 35 países en el momento en que ganaban o perdían el partido por la medalla en los Juegos Olímpicos, lo que supone una emotividad muy fuerte para esas personas. Así que esa fue la primera demostración del hecho de que las expresiones faciales de emoción ocurren espontáneamente en la vida real.

Lo interesante de esto es que me fui después de los Juegos Olímpicos, pero Bob se quedó allí para los Juegos Paralímpicos, y le pregunté a Bob «¿te gustaría hacer un segundo estudio?», y dijo «¡claro!». Cada deporte en los Juegos Paralímpicos tiene una discapacidad diferente. En judo es la ceguera, así que le dije a Bob que hiciera lo mismo, y así lo hizo, así que pudimos hacer el mismo estudio con los deportistas paralímpicos, que eran personas ciegas, bien congénitamente ciegas de nacimiento, o bien ciegas por algún accidente o enfermedad. Y no hay diferencias entre los ciegos que son congénitamente ciegos y los que no lo son, pero cuando comparamos las expresiones de los deportistas ciegos con las de los videntes no hay diferencias. De hecho, si nos fijamos en los movimientos de los músculos faciales, la correlación fue superior a 0,9, un valor sorprendentemente alto, entre el comportamiento facial de los deportistas ciegos y los deportistas videntes. Así que hicimos un segundo artículo sobre los Juegos Paralímpicos con los atletas ciegos.

Así que dos estudios, y otros más en realidad, se originaron en aquella conferencia en Nueva York en la que alguien hizo una pregunta y resultó que yo iba a las Olimpiadas. Y fui muy afortunado porque en los Juegos Olímpicos necesitas una credencial para ser fotógrafo y pude contratar a mi amigo. Es un experimento de Psicología Social perfecto, porque es una plataforma muy iluminada, todo está muy controlado, pero a la vez es real, es muy real.

Bob y usted consiguieron miles de fotografías…

Su cámara toma ocho fotos por segundo y él maneja varias cámaras a la vez. Tienes que ver a estos fotógrafos profesionales, tienen tres cámaras colgadas del cuello, y dos o tres en el suelo, así que no paran… Sí, tenemos miles y miles de expresiones. Y para los estudios, decidí que las expresiones más importantes son las del final de los partidos por las medallas, porque ahí saben seguro si ganaron o perdieron definitivamente… cuando estás en medio de la competición sigues concentrado. Si ganas un partido, vale, ganaste, sigues y no has terminado. Así que decidí concentrarme en los partidos por las medallas, porque ahí hay un resultado final. Así que sí que había miles de expresiones y fotografías, pero la mayoría de ellas se hicieron en los partidos preliminares, y sólo quedó un conjunto más pequeño de los partidos por las medallas.

¿Cuáles son las diferencias entre las emociones de triunfo y orgullo?

Esta es una pregunta muy interesante. En los últimos 20 años ha habido muchos estudios. Empecé con el orgullo, y otros grandes investigadores dirigidos por Jessica Tracy demostraron lo que pensaban que era la expresión universal del orgullo. Y luego Jessica Tracy y yo hicimos un estudio sobre aquel mismo conjunto de imágenes, donde su equipo codificó las expresiones de orgullo que aparecían, y publicamos un artículo alrededor de 2008 sobre eso. Sin embargo, cuando examinamos esas expresiones más tarde, mi colega Hyi Hwang Sung y yo pensamos «oh, algunas de ellas son definitivamente orgullo, pero algunas de ellas parecen más bien un signo de victoria», así que entonces creamos un conjunto de estudios para diferenciar el triunfo, o lo que pensábamos que era el triunfo, que es un signo de victoria, del orgullo, que es un signo de una emoción para uno mismo. Y hemos hecho varios estudios diferentes, cuatro o cinco, que muestran estas diferencias entre el triunfo y el orgullo. En relación al comportamiento, el triunfo es muy diferente. El triunfo muestra un agrandamiento del cuerpo, a menudo levantando el puño o moviendo el puño, no necesariamente una sonrisa, pero sí a veces una mueca de ira, y una especie de atención hacia otras personas. El orgullo también muestra un agrandamiento del cuerpo, pero a veces las manos están hacia abajo y la cabeza está hacia arriba, hay una sonrisa… Y encontramos muy interesante que las expresiones de triunfo se producen inmediatamente en el momento de la victoria, y el orgullo se produce unos segundos más tarde. Así que pensamos que el triunfo es la señal o la emoción de una victoria en una competición antagónica, mientras que el orgullo es la emoción de sentirse bien con uno mismo. Hay diferencias entre las valoraciones, o las evaluaciones de los sentimientos, y luego las expresiones, de triunfo y orgullo.

Así que, en el orgullo, hay una especie de pensamiento sobre uno mismo, por eso sucede después, ¿no?

Sí, es exactamente así. El orgullo se conoce como una emoción autoconsciente, que es diferente de las emociones básicas, que muestran las expresiones faciales de ira, asco, desprecio… Esto significa que es una emoción basada en la evaluación sobre uno mismo, y por lo tanto, efectivamente, después del evento hay una reacción inmediata al mismo. Pero más tarde hay una reacción al pensar en uno mismo en relación con el evento. Así que el foco del orgullo está más sobre el yo, como la vergüenza o la culpa.

Y, aparte de las siete expresiones faciales que corresponden universalmente a las emociones primarias, ¿hay emociones secundarias que también tengan expresiones universales?

En primer lugar, creo que es realmente interesante que se plantee la posibilidad de las emociones secundarias, porque muchos investigadores no las tienen en cuenta. Mucha gente no piensa en las emociones secundarias, y creo que plantear esta cuestión es realmente importante para concienciar, porque tenemos muchas emociones secundarias. Por ejemplo, podemos tener una emoción de triunfo o una emoción de ira, pero luego tenemos emociones sobre esas emociones, así que a algunas personas, por ejemplo, les gusta estar enfadadas, y otras odian estar enfadadas. Así que tenemos emociones sobre las emociones, y así es como yo entiendo las emociones secundarias. Por tanto, si una emoción secundaria es una de las básicas, por ejemplo, puedo estar enfadado por el hecho de estar enfadado, mi emoción secundaria es también una emoción universal o tiene una expresión universal.

Sin embargo, aún no hay investigaciones que hayan demostrado una expresión universal de culpa, aunque creo que la culpa es una emoción universal. Así que hay emociones universales sin expresiones universales. Son dos cosas diferentes. Y por ejemplo, que muchas personas se sienten culpables por el hecho de estar enojadas. Así que hay muchas emociones secundarias que tienen expresiones universales porque la gente puede tener emociones secundarias que son las emociones básicas, pero luego hay emociones secundarias que son universales pero no tienen una expresión universal, como la culpa o la vergüenza.

¿Cree que la expresión facial por sí sola puede ser un indicador fiable de la mentira?

Es una pregunta en la que mucha gente piensa, porque hay un gran debate sobre si el comportamiento no verbal puede ser una señal fiable de la mentira y un indicador de la misma. La respuesta es sí. Sin embargo, es una situación compleja. Porque, sí, las expresiones faciales por sí solas pueden ser indicadores del hecho de que hay muchas otras cosas que pasan por la mente de una persona, que no son lo que esa persona está diciendo. Si llamamos a eso mentira o no es otra cuestión. El problema es si están mintiendo sobre lo que están diciendo. Así que sí, las expresiones faciales de emoción, o cualquier otro comportamiento no verbal como ilustradores o emblemas, y más cosas, pueden ser indicadores de que hay algo más en la cabeza de esa persona, que puede coincidir o no con lo que está diciendo. Así que la respuesta es sí, pero uno debe averiguar, a través de preguntas, a través de la conversación, si lo que vio fue contradictorio con lo que estaban diciendo, o si se trataba de otra cosa. Por tanto, la palabra clave aquí es «indicadores», que sugieren que algo más podría estar sucediendo, pero no son necesariamente concluyentes.

Entrenamos mucho a los individuos sobre cómo leer y observar, y luego interpretar el comportamiento no verbal, y siempre he sido de la opinión, y mi empresa también, de que enseñamos a la gente a ver las señales y a considerarlas de forma crítica, pero no sacar conclusiones, porque siempre preferimos que esa persona nos diga lo que tiene en la cabeza. Se basa en la capacidad de entrevistar o conversar. Se trata de habilidades sociales, y la capacidad de observación es una habilidad social. Estoy dando una respuesta muy larga. La respuesta es «sí, pero ten cuidado».

En 2007 definió un modelo sobre la influencia de la cultura en nuestros procesos mentales y nuestros comportamientos sociales. ¿Hasta qué punto nos influye el entorno, o la interpretación que hacemos del entorno? ¿Existen contextos que todos podemos interpretar universalmente, o siempre hay una influencia cultural?

Una gran pregunta también. El contexto y el medio ambiente creo que juegan un gran papel en nuestra interpretación general del comportamiento, porque aunque algunos investigadores, como yo, estudiamos cosas muy pequeñas, ya sabes, «esto debe ir aquí, eso debe ir allí», los investigadores tienen que ser muy específicos sobre lo que estudian, y especialmente en el mundo del comportamiento no verbal. Pero cuando la gente común observa el comportamiento no verbal es dentro de un contexto más amplio. En primer lugar, la comunicación está en un contexto más amplio, así que aparece otro comportamiento no verbal. A la vez hay palabras, hay un contexto en el que ocurre esta interacción, está por supuesto el contexto físico… El contexto también incluye nuestras historias, y nuestras culturas, y muchas otras cosas así. Por supuesto, todos esos factores influyen en cómo interpretamos y evaluamos el comportamiento no verbal. La pregunta entonces es: ¿cuál es la contribución relativa del contexto a esta interpretación? Y de nuevo depende del contexto. Así, por ejemplo, si estamos en un contexto en el que ves y oyes lo que estoy haciendo, lo llamo un paquete de comunicación completo en el que oyes mis palabras, ves mi cara iluminarse, ves mis manos haciendo un gesto, y estoy moviendo mi cuerpo hacia ti mientras hablo, y oyes el contenido de mis palabras. Ese es el paquete de comunicación completo. Rostros, gestos, voz, palabras, todo es parte de la comunicación ahí.

Por supuesto, el canal específico es muy importante, sin duda. Pero recibimos todo el paquete de comunicación. Y ahora estamos teniendo esta conversación dentro de este contexto de tener una entrevista con su gran y maravillosa Asociación, y espero que eso sea algo que pueda ser útil y significativo para sus miembros, espero que sea así. Y así tenemos todo este contexto. Y cuando ustedes, los receptores en este momento, porque estoy parloteando solo, cuando escuchan y ven todo el paquete, y el paquete es coherente para todos, con mis palabras, con la entrevista, con el contexto en el que estamos… todo es coherente. Todo contribuye por igual, creo, y lo no verbal tiene su función. Cuando las cosas son incoherentes, cuando hay inconsistencias en el paquete, cuando digo «oh me gusta mucho Sonia», y tengo una expresión extraña [pone mueca de desagrado]… este tipo de inconsistencias, entonces la gente se centrará más en el comportamiento no verbal. Pueden poner más atención en el contexto y todo lo demás, así que qué aspecto tendrá mayor relevancia dependerá de lo que esté pasando en el contexto, por lo que plantearse esto no me resulta raro, ocurre todo el rato.

La pregunta es cuál es la contribución relativa y creo que tenemos una forma más fácil de entender esto. Entender que todo el paquete de comunicación no se centra en una única cosa, sea cual sea.

¿Qué son los rastros de comportamiento, y qué dicen de nosotros?

Los rastros de comportamiento son cosas que hemos hecho, que dejan una señal para que otros las interpreten aunque nosotros ya no estemos allí. Pondré dos ejemplos de esta misma videoconferencia que estamos haciendo. Tus miembros me verán obviamente con este fondo, y se puede hacer alguna interpretación. En realidad, yo lo elegí, ¿verdad? Hay una razón para todo. Elegí esto, como elegí como está mi escritorio, gracias a Dios no pueden verlo. Si pudieras ver mi escritorio, hay una razón por la que las cosas están así. Aunque yo no estuviera aquí, tú podrías verlo. Si pudieras ver el resto de mi habitación… hay una razón por la que es como es, ¿verdad? Así como hay una razón por la que hay un cuadro a tu espalda… y hay una placa justo ahí, hay un par de títulos por allá, y hay una razón para eso. Aunque tú no estuvieras allí, aunque yo no estuviera aquí, uno podría hacerse una idea de cómo somos tú y yo. Alguien podría hacer algunas hipótesis sobre lo que estaba pasando que nos llevó a tomar estas decisiones. Por ejemplo, qué tipo de coche compra una persona. Sabes que puedes mirar qué coche elige y empezar a tener una idea, puedes mirar las pegatinas de los parachoques, puedes mirar muchas otras cosas sobre las que hemos tomado decisiones. Hay huellas de nuestros comportamientos. Por eso los llamé rastros de comportamiento, que nos llevan, de algún modo, a pensar de cierta manera a pensar en qué tipo de persona, cuál fue el juicio y los procesos de decisión que le llevaron a eso. Por supuesto, es todo un atajo. Hay investigaciones que dicen que puedes mostrar a la gente la disposición de una sala de estar y muchos podrán, de manera fiable, es decir, estadísticamente significativa, adivinar qué tipo de personalidad tiene la persona que creó la sala de estar, que también es una parte importante de la comunicación no verbal.

Este razonamiento es el que me lleva a llamar a esto rastros de comportamiento porque, esencialmente, son el resultado de una elección o decisión que tomamos.

Hablemos de la Covid-19. ¿Cómo cree que cambiará nuestra comunicación después de la pandemia de la Covid-19 a corto, medio y largo plazo?

Creo que hay pros y contras, especialmente a corto plazo. Uno de los pros, por ejemplo, es que tú y yo nunca hemos hablado, no te he conocido hasta hace 30 minutos, tú no me conocías… Y creo, probablemente porque tengo este tipo de interacciones ahora mucho más que antes… Por supuesto que esta tecnología existía antes, pero en los últimos dos o tres meses he tenido más entrevistas como ésta, o simplemente reuniones, o cualquier cosa, con gente con la que nunca me he cruzado antes. Es maravilloso porque ahora tengo una nueva amiga que me va a enseñar Valencia y podré comer paella… Es genial conocer gente así y tener este tipo de interacciones.

Por otro lado, en España, como en los Estados Unidos, y en muchas partes del mundo, necesitamos andar con mascarilla, y necesitamos mantener una distancia social, y creo que eso tiene muchos efectos. Es una interrupción de nuestro comportamiento no verbal, muchas interrupciones en nuestras interacciones humanas normales. Creo que, en primer lugar, al hacer que nos quedemos en casa, gran parte de la sociedad está lidiando con los efectos del aislamiento social, por lo que hay mayor depresión, mayor ansiedad, mayor consumo de alcohol, y muchas otras cosas. Cuando te encuentras con gente en la calle y ahora tenemos una máscara, creo que uno de los mayores impactos en esto es que no podemos ver a los demás tener una sonrisa social. Cuando nos encontramos, tenemos una suave sonrisa social. Puede que no sea una señal de verdadero disfrute, lo que llamamos una sonrisa Duchenne, pero las sonrisas sociales son increíblemente importantes para la vida social diaria. Yo las llamo «el pequeño comportamiento que engrasa las ruedas de la sociedad». Y las sonrisas sociales cuando nos vemos en la calle, en el supermercado, o simplemente dando un paseo… echamos de menos eso, y vemos a gente que no puede entender la intención del otro, y compensamos, agitamos la mano, o decimos «hola», y ahora estamos compensando pero echamos de menos eso. Y creo que a estas alturas, por ejemplo, no nos damos la mano y no nos abrazamos y todo eso, tanto, ¿verdad? Y tocarse y los espacios son signos de intimidad y cercanía, y los seres humanos son criaturas sociales, y necesitamos estar cerca de la gente y creo que se cubren funciones importantes al tocarse y darse la mano o abrazarse, y creo que eso juega funciones importantes en la sociedad. Así que todo esto se ha interrumpido. Creo que ahora estamos aprendiendo a rodearlas. El efecto a corto plazo es la evitación. Estamos tratando de compensar ahora mismo para que la sociedad no se vuelva loca.

Por supuesto que puedes ver algunos lugares, especialmente en Estados Unidos, muchas cosas volviéndose locas. En parte puede ser debido a cómo hemos estado respondiendo como sociedad. Junto con muchos otros factores, lo entiendo, pero solo en parte.

Pero tu pregunta también se refería al largo plazo. Creo que la fuerza de la naturaleza humana es estar conectados con otras personas. Y el comportamiento no verbal juega un papel tan importante en eso porque el tacto es un comportamiento no verbal que tiene mucho significado. Y el espacio también tiene mucho significado, y aunque no pensemos en ello, probablemente haya algunas feromonas que podamos oler o detectar en el aire, o simplemente obtener la vibración de un lugar, y no lo estamos recibiendo. Así que por ejemplo, aunque tú y yo estamos teniendo, creo, una hermosa conversación, apuesto que sería aún más bonita si estuviéramos en persona, porque sentimos la energía del otro en nuestra interacción.

Por lo tanto, a largo plazo, las personas van a ser personas. Es muy difícil cambiar la naturaleza humana, es imposible cambiar la naturaleza humana. Creo que podemos cambiar pequeños saludos aquí y allá, pequeñas cosas que hacemos, pero encontraremos una manera de estar conectados a largo plazo. Así que creo que a largo plazo, no sé qué va a pasar exactamente, pero de alguna manera la naturaleza humana va a ganar, creo.

Hay expertos que han pedido a la gente que no se den la mano nunca más, incluso después de la pandemia. ¿Cree que dejaremos de darnos la mano?

A largo plazo, creo que no. Creo que encontraremos la manera de tener algún tipo de señal táctil, ya sea estrechando la mano o no. Hablas de eliminar una costumbre o ritual que ha existido durante miles de años y no es fácil. Quiero decir, piensa en lo difícil que es cambiar comportamientos que hemos adquirido en nuestra corta vida, como comer demasiado o cosas así. Si es tan difícil cambiar estos pequeños hábitos, piensa en un ritual que ha existido durante miles de años, que es heredado en nuestro ADN cultural. Creo que es algo difícil de hacer, realmente difícil.

¿Qué consecuencias cree que la digitalización del trabajo, como el teletrabajo, o en la formación, puede tener?

Creo que esta es una extensión de la última pregunta. Hay dos cosas: Es más fácil crear relaciones como acabamos de hacer nosotros, y esto es maravilloso, y es más fácil conocer a gente que uno nunca habría conocido antes. En el pasado no habríamos pensado «hagamos un zoom», habríamos pensado «¿cómo puedo ir a España y conocer a Sonia?». Ahora es más fácil pensar «hagamos un zoom». Así que hay una consecuencia muy positiva de este tipo de digitalización del trabajo. Por otra parte, en relación con lo que acabo de decir, creo que es mucho más difícil crear vínculos humanos muy estrechos, porque requieren que las personas estén en el mismo contexto, el mismo entorno, donde podemos compartir un espacio, porque compartir un espacio creo que significa mucho.

Volviendo a tu pregunta sobre el contexto, creo que compartir un espacio y hacer todas esas otras cosas, no sólo la comunicación, estar en el mismo lugar y compartir una experiencia queda codificado en nuestros recuerdos, junto con todos los demás elementos que podemos codificar. Eso forma parte de acercarnos los unos a los otros. Y creo que es más difícil lograrlo. Así que pienso que hay pros y contras en esta digitalización. Hay formas de superarlo, por supuesto. La gente siempre busca formas de superarlo. Ves gente que conoce a otras personas en la red, y ahorran y gastan un montón dinero para viajar lejos a conocer a esa persona, porque tenemos esa necesidad. Así que pienso que hay pros y contras de esta digitalización.

Muy personal

¿Ha detectado alguna microexpresión que desearía no haber visto?

Estás planteando un punto muy interesante para ti, como sabes, y para todos los miembros… Una vez que aprendes a observar el comportamiento no verbal, y lo practicas, es una habilidad como cualquier otra, especialmente las microexpresiones, porque las microexpresiones son muy rápidas, y la mayoría de la gente no las ve. Algunos pueden ver algo naturalmente pero no saben cómo interpretarlo. Así que una vez que aprendes y practicas cómo detectar microexpresiones, es una habilidad que no puedes apagar. Y sí, a menudo ves microexpresiones, y expresiones, y todo tipo de comportamiento no verbal y otros tipos de comunicación, que desearía no ver. Podría estar sucediendo en la vida cotidiana, podría estar sucediendo cuando voy al supermercado, y a veces… ¡sí, la respuesta es que sí!

La pregunta entonces es: «¿qué haces?». Porque no puedes apagarlo, la única manera de apagarlo es cerrando los ojos y es imposible ir así por la sociedad para la mayoría de nosotros… la gente ciega lo hacen muy bien. Siempre lo verás, la cuestión es: qué haces con la información que tienes. Porque estaremos recibiendo mucha información sobre una persona que seguro que no sabe que te la está dando. Y creo que todo el mundo tiene que tomar una decisión ética sobre este punto, porque para mí, y no puedo decirle a todo el mundo cuál debe ser su ética, puedo decirle cuál es mi ética, y mi ética es: Cuando estoy «trabajando», lo que significa que estoy revisando un vídeo para una investigación, o estoy haciendo alguna consulta para la aplicación de la ley, los servicios de inteligencia, etcétera, cuando estás trabajando todo es juego limpio y tengo la mente puesta en cómo interpretar las cosas. Cuando no estás trabajando, me he vuelto realmente bueno apagando lo que voy a hacer con ello. No puedo dejar de verlo, simplemente lo ignoro, a menos que piense que es algo peligroso, o algo en mi familia. Pero con la familia, aún así, uno tiene que ser muy cuidadoso. Porque en mi familia, como en la tuya, todos saben a qué me dedico. Y la gente no sabe lo que está haciendo no verbalmente, así que cuando veo algo con uno de mis hijos y digo «ah, ah» y ellos dicen «ok, ok» y luego dicen lo que sea, porque todos sabemos lo que hay. Pero cuando estás fuera, a veces ves algunos problemas, y uno tiene que elegir con cuál puede interactuar.

Tienes una larga carrera en el deporte del judo. ¿La disciplina del aprendizaje de las artes marciales le ha ayudado en su profesión como profesor e investigador en Psicología?

Ahora voy a pasar dos horas hablando de mi vida en el judo… Bueno, la respuesta es sí. La disciplina de aprender lo que aprendí en el judo es todo para mí en mi profesión. La gente piensa que debo de haber tenido una gran motivación para querer aprender sobre el comportamiento no verbal y poder leer a la gente, y conocer las culturas. La respuesta es no. Me gusta sentarme y observar a la gente, me encantaba eso cuando era más joven. No tenía idea de que sería tan conocedor como lo soy ahora de estos temas. No tenía ni idea. La única razón por la que estoy aquí es por lo que aprendí del judo. He practicado judo desde que tenía 7 años, ahora tengo 60 años, así que he practicado judo durante 53 años. No quería ir al judo cuando era niño. Mis dos hermanos mayores lo hacían, y mi padre me llevaba a rastras, y lo odié hasta que tuve quince o dieciséis años más o menos. Y luego me gustó, y luego nunca me detuve. Cuando era el entrenador de la selección nacional hacíamos judo 6 días a la semana, hacíamos ejercicio dos veces al día, como muchos de los compañeros del equipo nacional español. Hemos tenido jornadas de entrenamiento muy interesantes en Málaga, por cierto, en julio, que es muy muy caluroso, increíblemente duro…

Por un lado, el judo regulaba mi tiempo, porque todos los días desde que tengo 7 años, casi todos los días tenía que ir al judo por la noche, a las cinco, a las seis… tenía que ir al judo. Por lo tanto, necesitaba tener todo hecho antes de ir. Esto es lo que mi familia me inculcó. Así que es una gestión del tiempo increíble, la mejor. Pero más allá de eso, está la disciplina que aprendí. Nunca te rindes, y el entrenamiento de judo, como muchos otros deportes, es física y emocionalmente exigente, y una de las cosas que aprendes es que nunca te rindes. Y así, en mi vida académica, seguí adelante. No planeaba convertirme en un experto en 20 años. No tenía ningún plan así. Sólo trabajar en lo que estoy haciendo ahora, y nunca rendirme, y hacer lo siguiente. Y como aprendemos en el entrenamiento de judo, no importa cuán duro sea el entrenamiento, lo único que importa es no golpear a alguien. Lo único que importa en el entrenamiento es ser mejor que ayer. Y eso es lo que hago todos los días: Intento ser mejor que ayer, ya sea escribiendo en una revista, o leyendo un artículo, o haciendo lo que sea que haga. Así que apliqué a mi vida académica lo que aprendí en judo, y cada día desde que tenía 21 años, llegué a esto ahora. Y hoy, la verdad es que es algo sorprendente que esté aquí porque nunca tuve ningún plan al respecto. Seguí trabajando todos los días, y aquí estamos, y soy muy afortunado de estar donde estoy. Y no importa si es en el trabajo académico o en cualquier otra cosa, atribuyo todo lo que he podido lograr a lo que aprendí en el judo, y a la gran gente que me rodea y que me ayudó.

En 2012 usted publicó en el Journal of Nonverbal Behavior una investigación sobre diferentes gestos emblemáticos en todo el mundo. ¿Puede hablarnos de algún emblema que le haya llamado la atención?

Hay muchos emblemas que me llamaron la atención, como éste [esconde un ojo], en Oriente Medio, que entiendo que significa «me estás mintiendo», que viene originalmente de «tus palabras perforan mis ojos»… Hay muchos, cada cultura tiene su propio diccionario de emblemas. Los emblemas, por cierto, son muy funcionales. Son un vehículo importante para la comunicación cuando el habla es imposible o indeseable. Así que cada gran grupo desarrolla un diccionario de emblemas y lo usa por muchas razones. Lo que más me impresionó de ese trabajo no es un emblema o gesto específico. Es el hecho de que todas las culturas del mundo, sin importar el idioma, a lo largo de la historia, los han tenido. Cambian con el tiempo, lo entiendo, pero el hecho de que hayan existido como parte de la historia humana habla de la importancia del comportamiento no verbal. Eso realmente me parece inspirador porque, por supuesto, los humanos son muy especiales porque tenemos esta cosa llamada lenguaje y palabras, pero tenemos este otro lenguaje que es el comportamiento y la comunicación no verbal, que precedió a nuestro lenguaje verbal, y a veces no damos un paso atrás y pensamos en su poder e influencia en la historia humana. Las palabras son increíblemente importantes, sin duda. Y las palabras permitieron a los humanos crear culturas de muchas maneras diferentes. Pero a veces nos olvidamos del hecho de que teníamos estos elementos no verbales, y ese es realmente el principal mensaje que obtuve al hacer ese trabajo.

Los emblemas, y entender sus historias y de dónde vinieron, es realmente asombroso, la verdad. Es algo asombroso pensar en cómo, en todo el mundo, durante siglos o miles de años, sin importar la cultura, sin importar el idioma, cada grupo tiene que tener emblemas. Es algo increíble.

Por cierto, incluso las palabras escritas necesitan un comportamiento no verbal. Pensamos en lo que escribimos como verbal, pero piensa como sería escribir sin puntos, o signos de interrogación. Estos son signos de comportamientos no verbales. El punto nos permite bajar la voz al final de una frase. Ahora sabemos que vamos a ir a otra frase. Un signo de interrogación nos permite levantar el tono de voz. Y son símbolos de comportamientos no verbales. Incluso nuestras palabras escritas tienen un comportamiento no verbal. Piensa en el correo electrónico en los primeros días, hace 20 años más o menos, cuando comenzó el correo electrónico, y todos los malentendidos que teníamos con los mensajes en texto simple. Ahora tenemos lo que conocemos como emojis. Los emojis juegan un papel muy importante en este tipo de comunicación digital. ¿Por qué? Porque no podemos prescindir de ellos. Sin el comportamiento no verbal tenemos malentendidos y malas interpretaciones, y esas cosas llevan a muchos conflictos. A veces los conflictos son pequeños, pero a veces son enormes. Necesitamos un comportamiento no verbal. Pero no pensamos en ello, porque pensamos que es parte de nuestras palabras, pero en realidad hay cosas incluso en nuestras palabras escritas que son no verbales.

Un café con… DAVID MATSUMOTO
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