Lágrimas de cocodrilo

Cómo influyen las lágrimas en los juicios

Como en el famoso bolero, el llanto “tiene lágrimas negras” como la vida de quien sufre el abandono.

Efectivamente, las lágrimas pueden brotar de un gran pesar, así como de una risa incontrolable. Las lágrimas pueden deberse a la exteriorización de una emoción profunda, o como reacción fisiológica como, por ejemplo, al cortar cebollas, o debido a la exposición directa al sol.

También hay quien derrama “lágrimas de cocodrilo” simulando una pena. En este último caso, la ciencia ha demostrado que las “fingidas” lágrimas de los cocodrilos al devorar a sus presas, no responden a la pena que sienten -como decía la leyenda- sino a cuestiones de supervivencia con el fin de mantener sus ojos lubricados mientras permanece fuera del medio acuático.

Sea como sea, las lágrimas emocionales, parece que son un distintivo único del ser humano, y difíciles de simular.

LAS LÁGRIMAS AFECTAN LA PERCEPCIÓN EMOCIONAL

En este artículo hablaremos de un estudio publicado en el Journal of Nonverbal Behavior en 2020 que plantea la dimensión moral de las lágrimas. La pregunta con la que abordan esta investigación es la de valorar cómo afectan las lágrimas visibles al juicio de quienes observan, y deben juzgar una conducta infractora o moralmente recriminable.

¿Quieres saber si, ante transgresiones de las normas o delitos, las lágrimas en los transgresores afectan en la mayor o menor indulgencia en los castigos impuestos? Tendrás que seguir leyendo hasta el final.

El llanto es el único comportamiento humano cuya función no está completamente entendida hasta la fecha. Parece ser que la función esencial de las lágrimas sería social, en concreto, la estimulación de la unión y la obtención de ayuda.

Las lágrimas fomentan la percepción de estados y sesgos moralmente relevantes como la SINCERIDAD, el REMORDIMIENTO, el ARREPENTIMIENTO, la intensidad de la EMOCIÓN, lo que facilita la empatía o la unión social.

En el estudio al que hacíamos referencia, han planteado la medición del efecto que las lágrimas visibles tiene en los veredictos. Según algunos estudios, se llega a la conclusión de que las caras con lágrimas son percibidas como menos agresivas que una neutral, enfadada o temerosa.

Por eso es importante el estudio objeto de este artículo, porque pretenden analizar si las lágrimas afectan a la credibilidad y honestidad percibida de quienes tienen que juzgar las infracciones y transgresiones. Para que se hagan una idea de la relevancia de esta relación entre las lágrimas y la percepción de los observadores, algunos estudios aseguran que “la sinceridad percibida de las personas juzgadas tiene una importante influencia en la decisión del jurado” (Lundquist y Pytte 2008). Y lo que es más relevante, según otros investigadores, la culpa del acusado dependía del comportamiento del testigo y de su credibilidad (es decir, llorar frente a la calma), lo que sugiere que las lágrimas pueden afectar la percepción de honestidad (Regan y Baker 1998).

Las lágrimas inciden en la percepción de ciertos sesgos, como la SINCERIDAD, CREDIBILIDAD, FIABILIDAD, AMABILIDAD, HONESTIDAD y REMORDIMIENTO de las personas transgresoras.

LAS LÁGRIMAS VISIBLES FACILITAN LA IDENTIFICACIÓN DEL ESTADO EMOCIONAL

La hipótesis de la que partió el equipo investigador era que las lágrimas aumentarían la atribución de rasgos e intenciones positivas en el transgresor lloroso, y por lo tanto, la imposición del castigo sería menos severa en individuos llorosos que no llorosos.

Para profundizar en este tema, la prueba del estudio consistió en exponer a varias personas ante fotografías con personas con lágrimas, y la misma imagen con las lágrimas eliminadas digitalmente, junto con una descripción de las transgresiones cotidianas, incluso crímenes.

En primera instancia se midieron tres variables como la INTENSIDAD de la emoción, la SINCERIDAD y la SIMPATÍA GENERADA.

Como resultado, se halló que las lágrimas visibles tienen un impacto positivo en las 3 variables analizadas.

Así, las lágrimas visibles facilitan la identificación de un estado emocional. Las personas participantes en el estudio pudieron atribuir emociones (principalmente tristeza y felicidad) a un 93% de las personas llorosas; en el caso de las caras no llorosas, sólo un 30% se asociaban con emociones reconocibles.

Igualmente, las caras llorosas mejoran la sinceridad percibida de la persona que llora, y promueven la sintonía y la empatía.

¿LAS LÁGRIMAS PODRÍAN IMPACTAR EN LA SEVERIDAD DEL CASTIGO ANTE INFRACCIONES Y DELITOS?

El estudio tuvo una segunda parte. Después de que los participantes describieran sus percepciones respecto a las personas que aparecían en las fotografías, se les añadió la descripción de los siguientes cuatro tipo de transgresiones: (1) accidente de tráfico por conducción ebria; (2) asesinato; (3) tráfico de drogas duras; (4) asesinato considerado “crimen pasional”.

Previamente, las personas participantes respondieron a una primera pregunta: “¿Cuántos años de prisión les infligirías? Se añadieron otras tres cuestiones: (1) ¿Cuánto remordimiento muestra esta persona?; (2) ¿Cuán amable crees que es esta persona? y (3) ¿Cuán confiable crees que es esta persona?

El análisis revela que, para todas las transgresiones, la persona condenada era vista como más amable, más honesta y más arrepentida cuando se le presentaban lágrimas que sin lágrimas. En todos los casos, el nivel de intensidad de las lágrimas corresponde a un llanto calmado.

El único efecto insignificante de las lágrimas fue el de la honestidad en el caso del crimen pasional.

Desde el punto de vista de género, se han percibido alguna variabilidad. Las lágrimas de las mujeres las hacían ser percibidas más arrepentidas, amables y confiables en los accidentes de tráfico bajo los efectos del alcohol. Las mujeres traficantes de drogas eran también percibidas más arrepentidas que los hombres, a pesar de que ambos mostrasen lágrimas.

Ahora sí, querido lector y apreciada lectora, responderemos la pregunta que lanzábamos al inicio.

¿Ante transgresiones de las normas o delitos, las lágrimas en los transgresores afectan en la mayor o menor indulgencia en los castigos impuestos?

Las conclusiones del estudio contradicen la hipótesis con la que partía este estudio. Así, aunque las lágrimas visibles influyen constantemente en las calificaciones de las características de la personalidad y la percepción del remordimiento, no afecta a la severidad del castigo propuesto, ni en hombres ni en mujeres. Sólo en el caso de la conducción ebria, las lágrimas lograron obtener una mayor indulgencia en las penas, en ambos géneros.

En el estudio se ha concluido que las lágrimas visibles se perciben como un mayor arrepentimiento, lo que parece está asociado con una sentencia menos dura. En contraste, la amabilidad y la honestidad atribuidas al criminal no parecen influir en el castigo propuesto.

Resumiendo, las lágrimas evocan una percepción más positiva de las personas llorosas, pero esto no se tradujo en un castigo menos severo, excepto en el caso de conducir en estado de ebriedad.

Los delitos relacionados con los accidentes de tráfico necesitan una mayor exploración. Una posible explicación podría estar relacionada con la intencionalidad atribuida de cometer el delito. Dependiendo del contexto y las características del sospechoso, los delitos de conducir ebrio pueden percibirse como un crimen atroz o un desafortunado accidente. En algunos casos, el conductor ebrio puede incluso ser percibido, en algunos sentidos, como una víctima con el argumento de que no tenía la intención de causar el accidente (Robinson et al. 1994).

Este tipo de estudios son relevantes, porque las lágrimas podrían afectar en los fallos judiciales. Tendemos a suponer que los y las profesionales de la abogacía y judicatura actúan de manera objetiva en sus juicios, pero es posible que las personas acusadas podrían manipularlos a través de sus lágrimas, mostrando un arrepentimiento que tal vez no se corresponda con la realidad (Lefevre 2008).

En conclusión, este estudio arroja evidencias de que las lágrimas visibles influyen en las percepciones de sinceridad y amabilidad, evocan simpatía y empatía, y actúan como una señal visual de remordimiento, lo que, en ciertas situaciones, puede conducir a una disminución del castigo, por lo que se confirma el valor adaptativo del llanto emocional.

No obstante, en el estudio se insta a continuar con este tipo de investigaciones, y más particularmente, insta a que se realicen entre profesionales de la judicatura.

Finalmente, en este estudio se contradice la idea popular de que el llanto se asocia generalmente con debilidad. Los resultados recientes muestran claramente que las lágrimas no sólo demuestran tristeza, sino la voluntad de establecer vínculo con las otras personas, por lo que las lágrimas facilitan la unión y conexión. En contra de lo que se pudiese pensar, las personas tienden a atribuir rasgos bastante positivos a las personas que lloran.