¿Qué técnicas de entrevista proactiva son útiles en una entrevista para obtener señales verbales de veracidad o de engaño en un testimonio?
Si quieres conocer la respuesta a la anterior pregunta, te invitamos a seguir leyendo este artículo.
Para empezar, aclararemos que los indicios verbales de engaño que muestran espontáneamente las personas que mienten son típicamente débiles y poco fiables (DePaulo et al., 2003; DePaulo & Morris, 2004). Por este motivo los investigadores han diseñados diferentes protocolos de entrevistas para intentar encontrar indicios verbales de engaño más consistentes. Entre esos protocolos nos centraremos en esta ocasión en la Evaluación Cognitiva de la Credibilidad (ECC) (Cognitive Credibility Assessment, CCA) (Vrij, 2014, 2015; Vrij, Fisher, et al., 2017).
El núcleo de la ECC es que los que dicen la verdad y los que mienten difieren en los procesos y estrategias cognitivas que utilizan para parecer convincentes. La ECC es una herramienta verbal de detección de mentiras que consiste en varias técnicas de entrevista. Estas técnicas han sido tradicionalmente examinadas de manera independiente, pero nunca juntas. La anterior circunstancia no refleja la naturaleza dinámica de una buena entrevista de recopilación de información recabada con el protocolo ECC (Vrij, Fisher y otros, 2017; Vrij y otros, 2015).
Por ello, Vrij et al. en un reciente experimento de laboratorio (2020), en el que basamos el presente artículo, han creado un protocolo de entrevista mediante la combinación de varias técnicas de entrevistas de la ECC (las explicaremos detalladamente más adelante):
- Recuerdo inicial.
- Técnica de declaración tipo.
- Técnica de la declaración en orden cronológico inverso.
- Técnica del esquema o bosquejo durante la narración del suceso.
- Técnica de las fuentes verificables.
En el experimento participaron 47 personas que decían la verdad y 47 personas que mentían. Todos ellos fueron sometidos a las cinco técnicas de entrevistas mencionadas arriba.
Los indicadores verbales de veracidad que se tienen en cuenta en el experimento son los detalles totales y las complicaciones narradas por todos los participantes en el experimento durante las distintas técnicas de entrevistas.
- Los detalles totales aportados en la narración de un suceso por una persona durante una entrevista o declaración son tenidos en cuenta como señal o indicio verbal de la veracidad de lo narrado. Por el contrario, los que mienten suelen contar relatos más sencillos y menos detallados; esto es así porque mentir requiere una mayor imaginación, puesto que lo que se cuenta es ficticio y, también, un mayor esfuerzo cognitivo. Cuanto más sencillo sea el relato de un mentiroso más fácil le será recordarlo correctamente en futuras entrevistas o declaraciones. Además, al aportar menos detalles, evita dar posibles pistas en la línea de investigación. Los detalles totales son la suma de los detalles contextuales (referidos al espacio y al tiempo) y los detalles perceptivos (referidos a los sentidos, por ejemplo: lo que oyó, vio, olió… el declarante).
- Las complicaciones relatadas en la narración de un acontecimiento se refieren a un suceso que afecta al narrador de la historia y que hace que la situación sea más compleja. No suelen ser relevantes en cuanto al suceso narrado y la historia se entiende perfectamente sin esas complicaciones (por ejemplo: “pasé la noche en el hotel, hacía demasiado calor en mi habitación porque no funcionaba el aire acondicionado…”). La complicación surge de la combinación de un conjunto de detalles.
Los sinceros suelen informar de más complicaciones en el relato de sus testimonios que los mentirosos. Incluso en aquellos experimentos en los que se ha solicitado a los que mentían que incluyeran complicaciones en sus declaraciones, y aún siendo parte deliberada del experimento, los que mentían introducen menos complicaciones en sus testimonios que los sinceros. Lo anterior es así porque el añadir complicaciones hace que los relatos sean más complejos de recordar para los que mienten, y además supone un incremento de los recursos cognitivos.
Veamos ahora los efectos diferenciales y la información proporcionada por los participantes en el experimento en función de las distintas técnicas de entrevistas usadas:
- Técnica de declaración tipo. La declaración tipo da lugar a una mayor información detallada que la declaración libre o recuerdo inicial. Esto es así tanto en el caso de los sinceros como en el de los mentirosos, porque las personas por lo general somos más precisas siguiendo instrucciones concretas que instrucciones más abstractas. De lo anterior, se deduce que la declaración tipo es un instrumento ineficaz para discriminar entre mentirosos y sinceros cuando se consideran únicamente los detalles de la declaración. Sin embargo, sí se observó en el experimento que la declaración tipo fue un instrumento eficaz indicativo de veracidad en referencia a las complicaciones, porque los declarantes sinceros informaron de más complicaciones que los mentirosos en sus declaraciones tipo. Las personas que mienten prefieren mantener su historia simple y suelen ser reacios a incorporar complicaciones incluso en las declaraciones tipo, para así no tener esfuerzo cognitivo adicional y facilitar la memorización del relato ficticio.
- Técnica de la declaración en orden cronológico inverso. Se pide al entrevistado que cuente el relato en orden cronológico inverso. El enfocar el suceso desde otra perspectiva temporal permite a la persona sincera poder recordar más detalles que los aportados hasta ese momento, ya que al ser un acontecimiento verdaderamente experimentado es más rico en detalles. Por el contrario, las personas que mienten narran un acontecimiento fabricado y se centran en mantener la coherencia con la sobrecarga cognitiva que les supone alterar el orden cronológico, por lo que suelen mantener su relato lo más sencillo posible y no añaden detalles. Aunque en el experimento no se combinó esta técnica con las complicaciones, los investigadores creen que los que mienten aportarían también menos complicaciones que los sinceros en la narración de relatos en orden cronológico inverso.
- Técnica del esquema o bosquejo durante la narración del suceso. En esta fase de la entrevista se pide a los entrevistados que hagan un boceto del acontecimiento mientras lo narran, porque de ese modo se facilita el recuerdo en los adultos (Dando et al., 2009; Leins et al., 2014; Mattison et al., 2015). Las razones por las que esta técnica facilita el recuerdo de un acontecimiento son porque favorece el restablecimiento mental del contexto, ayudando a recuperar distintos aspectos del suceso; también ayuda a la reproducción visual, facilitando información espacial; y además ayuda a recuperar detalles que están en la memoria al ralentizar el proceso de pensamiento (Vrij, Mann et al. 2020).
Distintas investigaciones han demostrado que esta técnica de entrevista favorece que los sinceros aporten más detalles y complicaciones adicionales en sus declaraciones que los que no dicen la verdad (Vrij, Leal, Fisher, et al., 2018; Vrij, Mann, et al., 2020). Una vez más, lo anterior es así porque alguien que está siendo sincero nos está contando un relato verdadero que es más rico en detalles y complicaciones al ser una experiencia vivida realmente. Sin embargo, alguien que falsea la realidad de los acontecimientos lo que busca es mantener la coherencia y la sencillez de su relato, por lo que los detalles y complicaciones serán mucho más escasas en su testimonio.
- Técnica de las fuentes verificables. La mejor manera de detectar el engaño es comparando la declaración de un entrevistado con las pruebas disponibles. Tales comparaciones son hechas frecuentemente por los investigadores y en la vida diaria se descubren más mentiras de esta manera que por cualquier otro método (Park et al., 2002). Las investigaciones han demostrado que los sinceros informan en sus entrevistas de más detalles que pueden ser comprobados que los que mienten (Vrij & Nahari, 2019), porque para estos últimos a menudo es imposible proporcionar pruebas de sus hechos inventados.
Para ahondar en los resultados del experimento de Vrij at al. remitimos al lector interesado en conocer las distintas hipótesis planteadas a la fuente original. Destacamos que en la hipótesis pre-registrada los entrevistados sinceros facilitaron más detalles y complicaciones que los que mentían, tanto en el relato inicial libre como en la entrevista completa, siendo la diferencia más pronunciada en la entrevista completa. También, los sinceros aportaron más detalles en el relato en orden cronológico inverso y en el relato con esquema. Además, los entrevistados sinceros informaron de más fuentes verificables que los que mentían.
La tasa de exactitud total (70,2%) obtenida en el experimento en la discriminación entre los que dicen la verdad y los que mienten, coincide con la tasa de exactitud del 70% típica en las investigaciones de detección de mentiras verbales.
Tal y como destacan los autores del experimento, el objetivo más crucial de una entrevista es el de generar información, que posteriormente pueda ser contrastada por los investigadores. Sin duda, la aplicación del protocolo ECC realizada en el experimento de Vrij et al. lo consiguió; por lo que se puede concluir que resulta una herramienta eficaz en la detección de mentiras, teniendo en cuenta la categoría de las complicaciones.